Fragmento narrado por Fernando Morales Ramírez. Obra "Romeo y Julieta" pagina 137, fragmento de Fray Lorenzo.
FRAY LORENZO
Seré breve; pues el poco aliento que me queda no alcanza a la extensión de un prolijo relato. Romeo, el que ahi yace, era esposo de Julieta, y esa Julieta, muerta ahi, la fiel consorte de Romeo. Yo los casé; el dia de su secreto matrimonio fue el ultimo de Tybal, cuya intempestiva muerte extrañó de esta ciudad al nuevo cónyuge, por quien, no por el muerto primo, Julieta descaecía.-Vos, para alejar de su pecho ese insistente pesar, la prometisteis al conde Paris y quisisteis por fuerza que le diera su mano. Entonces fue que ella vino a encontrarme y con extraviados ojos me precisó a buscar en medio de libertarla de ese segundo matrimonio, amenazando matarse en mi celda si no lo hacía. En tal virtud, bien aleccionado por mi experiencia, la proveí de una poción narcótica, que ha obrado como esperaba, dando a su ser la aparencia de la muerte. En el intervalo, escribí a Romeo a fin de que viniese aqui esta noche fatal, plazo prefijo en que la fuerza del brebaje debia concluir, para ayudarme a sacara a la joven de su anticipada tumba; mas el portador de mi carta, el hermano Juan, detenido por un accidente, me la devolvio ayer por la tarde. Solo pues del todo, a la precisa hora de despertar Julieta, me encamine a sacarla del sepulcro de sus antepasados, con la intención de retenerla oculta en mi celda hasta que fuese posible avisar a su esposo; empero, a mi llegada, minutos antes de la hora de volver aquella en si, violentamente acabados me halle aqui al noble Paris y al fiel Romeo.
Despierta en esto Julieta.-Instábala yo a salir y a soportar con paciencia este golpe del cielo, cuando un ruido me ahuyenta de la tumba. Ella, entregada a la desesperación, no quiso seguirme, y segun toda apariencia, atento contra si misma. Esto es todo lo que se; por lo que respecta al matrimonio, la Nodriza estaba en el secreto. Y si en lo dicho a ocurrido desgracia por mi falta, que mi vieja existencia, algunas horas antes de su plazo, sea sacrificada al rigor de las leyes más severas.